25 de octubre de 2016

"CONFIÁ"





#BabyDove dice que "no existen mamás perfectas, sólo mamás reales" y yo no podría estar más de acuerdo con esta afirmación.
Desde mucho antes de quedar embarazada yo ya sabía perfectamente el tipo de madre que iba a ser… Sabía de memoria todas esas cosas que siempre me había jurado no hacer y también esas otras que, seguramente, me harían quedar nominada para el premio a la “madre perfecta”.
“Nunca les voy a gritar, siempre les voy a tener paciencia”, “Nunca les voy a mentir, siempre voy a ser sincera con ellos”, “Nunca les voy a dar comida chatarra, siempre les voy a dar de comer sano”…
Una cantidad inimaginable de ilusiones imposibles…
Porque lo primero que descubrí cuando me convertí en madre fue que los “nunca” y los “siempre” no existen… en la maternidad real, no.
Descubrí, también, que las cosas no son sólo blancas o negras, que hay una gama inmensa de colores.
Descubrí que una les puede dar de comer fideos dos días seguidos y que no se enferman, que una se puede olvidar de mandar la nota firmada y no los echan de la escuela, que una puede llegar tarde a buscarlos a un cumple y no lloran, que una puede levantarles la voz y no se trauman…
Descubrí que no hay un solo modo de hacer las cosas. Que no hay un manual de instrucciones al que podamos consultar. Que no hay mejor brújula que el propio instinto. Que hay tantas mamás como hijos existen en el mundo.
Descubrí que aspirar a ser la madre perfecta es una mochila pesada y que es más saludable ir liviana de equipaje.
Pero por sobre todas las cosas descubrí el amor más inmenso, el más noble, el más inocente, el más incondicional, el más genuino…
Descubrí el amor de madre, ése que me da fuerzas todos los días para bucear adentro mío y sacar lo mejor de mí para ellas, aunque a veces no me salga…
A la mamá ideal, a la que nunca se equivoca, a la que nunca se olvida de nada, ni llega tarde, ni grita, ni se enoja…
A la mamá perfecta, a la que todo le sale bien, a la que nunca se frustra ni llora, ni sabe lo que es sentirse culpable… A esa, intento sacarle la lengua y hacerle cosquillas para que se ría conmigo.
Es que la maternidad se aprende, pero no se enseña en ningún lado. ¡Por suerte hay mil maneras diferentes de ser madre! Confiá en tu manera.
¡Gracias #BabyDove por invitarme a ser parte!

#BabyDove alienta a las mamás reales, por eso pensaron en una nueva línea para sus bebés (jabón líquido, jabón de tocador, toallitas húmedas y shampoó) para inspirarlas a elevar su confianza y autoestima.
Les comparto un estudio realizado por #Dove entre más de 4.000 mamás con la idea de comprender el rango de emociones y ansiedades que experimentan. Fue así como como descubrieron que:
- El 70% de las madres asegura haber sentido alguna vez la presión por ser la mamá perfecta. Mientras que el 73% siente que esta presión proviene de lo que ellas mismas se autoimponen.
- Más de la mitad de las mamás, el 58%, cuestiona las elecciones que hace para su bebé, y al 75% le preocupa no poder lidiar con todo.
- El 62% cree que la sociedad les impone un modelo perfecto de ser mamá, pero al mismo tiempo 9 de cada 10 mujeres creen que no hay una única forma correcta de ser mamá.
- Más de la mitad asegura que lo que menos le gusta de la maternidad es que desearía poder dedicarle más tiempo a su hijo, pero siente que no puede con todo (pareja, actividades personales y trabajo).
- El 96% de las mamás se siente identificada con la frase “No existen mamás perfectas, solo mamás reales”.
* Son números, son porcentajes, pero detrás de ellos hay madres de verdad…Sumate a la causa a favor de las mamás reales e inspira a otras mamás a confiar en su manera.


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MAIRA G. + ESTUDIO BULUBÚ